Ni chantaje
ni extorsión: luchamos por nuestros derechos
Durante el 2011, las trabajadoras y los
trabajadores asalariados atravesamos otro año de pelea por nuestras
reivindicaciones. A diferencia de años anteriores, los principales conflictos
se desarrollaron en el sector público. Los principales reclamos fueron: aumento
salarial, el fin de las distintas formas de precarización laboral, la garantía
de libertad y democracia sindical; en el caso de los docentes provinciales, se
sumó la exigencia de un cambio en el sistema jubilatorio.
Uno de las luchas más importantes de la ciudad y la
región fue la que llevaron adelante los trabajadores de la secretaría de
Promoción Social de Rosario. Sus demandas eran absolutamente justas:
estabilidad laboral, igual remuneración para igual tarea, salario equivalente a
la canasta familiar, recategorizaciones y reconocimiento de ATE en el ámbito
municipal. Ante la falta de respuestas concretas de la “muni socialista”, los
compañeros y compañeras se organizaron en asamblea, fueron al paro, sostuvieron
un acampe en la plaza 25 de mayo aún con el frío invernal, y realizaron
distintas medidas de protesta. Más allá de la mejora de algunas situaciones
particulares, la precariedad que sufren los trabajadores y trabajadoras sigue
siendo la misma.
Porque a pesar del crecimiento récord todavía 1 de
cada 3 asalariados tenemos trabajos precarios, desde la agrupación de
trabajadores y trabajadoras La
Fragua junto a Socialismo Libertario y compañeras y
compañeros del sector público y privado realizamos el domingo 13 de noviembre
una Jornada Contra la Precarización Laboral
y por Trabajo Digno. Frente a los galpones del CEC, denunciamos con distintas
actividades la violación sistemática de nuestros derechos, a través de
contratos en negro, pasantías, la obligación de hacer más tareas de que las nos
corresponden, entre otras modalidades.
Por su lado, las y los docentes nucleados en AMSAFE
protagonizaron otro de los conflictos más importantes del año, sobre los
requisitos del régimen previsional. Los maestros y maestras exigieron la
posibilidad de jubilarse con 25 años de antigüedad, sin límite de edad y con el
82% mínimo, vital y móvil. El gobierno de Binner acusó a los trabajadores de
ser una elite que quiere quebrar la Caja
Jubilatoria , y enfrentarlos con el resto de la sociedad. Luego
de numerosos paros y movilizaciones, la Legislatura provincial finalmente votó una
reforma, que establece, a través de una serie de compensaciones, una baja en la
edad jubilatoria.
Fortalecer
nuestras herramientas de lucha
Otro dato positivo fue la continuidad de las
conducciones de la
Asociación de los Trabajadores del Estado (ATE) y del
sindicato de los docentes universitarios (COAD). Se trata de experiencias en
las que se apuesta a la participación de las bases, y a la movilización en las
calles para obtener sus derechos.
También valoramos el lugar de CTA Rosario como
espacio de articulación de las experiencias de organización de trabajadores y
trabajadoras. Nos parecen importantes las iniciativas desarrolladas por la Central como las jornadas
de lucha contra el hambre y por libertad y democracia sindical, así como las
actividades impulsadas desde las secretarías, como por ejemplo el curso de
formación anual, las campañas por los derechos de las mujeres, y movidas de
cultura popular. Finalmente, creemos fundamental profundizar el camino,
reafirmando el carácter estratégico de la autonomía de las organizaciones de
los trabajadores y trabajadoras frente a la clase dominante y sus expresiones
partidarias en todas sus variantes: de derecha, “progresista” o “nacional
popular”.
Lo que viene,
lo que viene
Sin caer en pronósticos catastróficos inspirados en
la mitología maya, el 2012
pinta complejo. Los analistas económicos y el mismo
gobierno reconocen que el crecimiento económico será menor que en años
anteriores. Los impactos futuros de la crisis internacional son todavía
inciertos, aunque los trabajadores y trabajadoras sabemos que históricamente
los empresarios buscan siempre acaparar las ganancias y socializar sus
pérdidas.
Las señales que dio el gobierno después de la
elección no son muy alentadoras: sugiere techos salariales; amenaza con tumbar
a Moyano no en nombre de mayor democracia en los gremios sino para que vuelvan
los “Gordos”, lo más rancio del sindicalismo argentino; califican de “amenaza”
y “extorsión” a las medidas de fuerza de las organizaciones independientes. La
vergonzosa Ley Antiterrorista es un instrumento que apunta precisamente a
atemorizar a la militancia sindical y popular y tratar de frenar la protesta
social.
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