Llegamos
a un nuevo aniversario de la rebelión del 2001. Ese estallido
popular que recorrió el país poniendo en cuestión las reglas del
juego político. Fue el punto más alto de un período de
protagonismo popular, de construcción de nuevas experiencias
organizativas en los barrios, en los lugares de trabajo, en las
aulas, en las asambleas.
Se
trata de valorar esa experiencia y sus mejores apuestas en función
de la coyuntura actual. Tenemos el desafío de empalmar nuestros
reclamos inmediatos más importantes con la construcción de otro
modelo de país.
Nuestras
urgencias, nuestros reclamos
Los
asesinatos de Pocho Lepratti, Graciela Acosta, Yanina García, Walter
Campos, Ricardo Álvarez Villalba, Juan Delgado, Rubén Pereyra y
Graciela Machado siguen reclamando justicia. Hace más de cinco años
Binner accedió a la gobernación con un fuerte compromiso de
garantizar el castigo a los responsables de estos crímenes… pero
lo único que garantizó fue la continuidad de la impunidad,
especialmente la de los responsables políticos.
Exigimos
castigo para los responsables de los crímenes del 2001, pero también
para los asesinos de Mariano Ferreyra y de todos los compañeros y
compañeras que cayeron luchando (en el Parque Indoamericano, en
Formosa, en Jujuy, en Santiago del Estero).
Repudiamos
la intención de la UCR de participar de la jornada nacional de
protesta: son los responsables políticos de la represión de
diciembre de 2001. Y representan, junto al menemismo, el
neoliberalismo que hambreó a nuestro pueblo en los 90.
También
exigimos justicia en el Triple Crimen de Moreno en donde fueron
asesinados nuestro pibes: Jere, Mono y Patom. Denunciamos a la
Policía Santafesina como uno de los agentes principales de la mafia
narco en Rosario y además las complicidades del poder político y
judicial.
Finalmente
denunciamos el vergonzoso fallo que absolvió a los imputados en el
caso de Marita Verón; fallo que despertó la indignación nacional y
puso nuevamente sobre el tapete no sólo la necesaria reforma de la
ley de trata, sino también la existencia de una justicia corrupta al
servicio de los grandes poderes
Pero
además de las exigencias de la siempre postergada justicia, salimos
a la calle por un conjunto de reclamos. Como lo hicimos en el paro
nacional del pasado 20 de noviembre también salimos a denunciar un
modelo de país que poco tiene de “nacional y popular”, a pesar de algunas políticas que valoramos -como por ejemplo la Asignación Universal por Hijo, la estatización del sistema jubilatorio y la recuperación del 51% de YPF- que defendemos como fruto de históricas luchas populares. Sin embargo, estamos convencidos de que después de casi 10 años del modelo y crecimiento económico record, estamos en un país en donde los empresarios “la juntan con pala” mientras
millones de argentinos y argentinas son condenados a la pobreza, a la
miseria, a la exclusión.
Las
mineras, los pools de siembra y grandes multinacionales como Cargill
y Monsanto saquean nuestros bienes comunes y sacan miles de millones
de ganancias mientras los pequeños campesinos son expulsados de sus
tierras. El “boom inmobiliario” en nuestra región no hace más
que agravar el problema de la tierra y la vivienda para los sectores
populares. En particular apoyamos a los compañeros de GIROS en la
defensa de su tierra contra las mafias de los “countries”
privados.
Ante
la inflación creciente reclamamos un aumento generalizado de los
salarios, un salario mínimo equivalente a la canasta familiar y el
fin de la precarización laboral, ese perverso mecanismo diseñado
por empresarios y gobiernos para privarnos a los trabajadores de
nuestros más elementales derechos.
Rechazamos
el impuesto al salario que significa el impuesto a las ganancias
sobre los trabajadores. Reclamamos una verdadera reforma financiera y
tributaria para una real redistribución de la riqueza. Para que las
grandes corporaciones financieras, industriales y mineras sean
gravadas como corresponde y como contrapartida exceptuar del IVA a
los productos básicos de la canasta familiar.
También
reclamamos el 82% para nuestros viejos, la efectiva universalización
de la asignación por hijo y trabajo para tod@s.
Un
nuevo 19 de diciembre en el camino de construir otro modelo de país
Nuestro
desafío pasa por la construcción de una ALTERNATIVA DE LOS DE
ABAJO. Por poner en pie un proyecto de país donde no exista el
hambre ni el saqueo de nuestros recursos naturales, donde no haya
lugar para la precarización de nuestros trabajos y nuestras vidas.
Es ir por una Argentina de y para las grandes mayorías, con
protagonismo y soberanía popular.
A
11 años de las jornadas del 19 y 20, nuestro principal desafío es
retomar y resignificar las mejores lecciones que nos dejó aquel
proceso. Saber valorar todo lo que hemos conquistado y avanzado por
medio de la lucha y la organización popular, pero también las
limitaciones que hemos tenido para ir por más. Porque debemos
avanzar en la construcción de un proyecto emancipador, desde abajo,
con vocación transformadora y con ganas de escribir un presente y un
futuro diferente junto a nuestro pueblo. Una apuesta anticapitalista
y con perspectiva socialista enmarcada en el proceso de
transformación latinoamericana.


marea popular en rosario?? cuántos son, cuatro?
ResponderEliminarjaaaaaaaaaaaa!!!! 5 contando a uno que parece que los tiene más o menos junados de algún lado..
ResponderEliminarHola, Anónimos: acá escribe Mariano, del área de prensa del Frente Popular Darío Santillán.
EliminarEstaría bueno que los "anónimos" aclararan desde qué organización revolucionaria integrada por cientos de miles de trabajadores y trabajadores bardean a lxs compañeros de Marea Popular.
Besitos.
hola marianito. no es bardeo a esa organización (que tendrá su construcción en otro lado, desconozco), sólo señalo que ustedes firman un documento en conjunto con una organización que todos sabemos que en rosario son 4 (literalmente), lo cual me resulta poco serio.
ResponderEliminarbesitos para vos, el rulo