Rosario,
21 de junio de 2012
ASESINAN
A OTRO COMPAÑERO DE NUESTRO MOVIMIENTO
Los
costos de la connivencia y la complicidad: otra muerte joven, el
mismo escenario e
idéntica trama de complicidades
Durante
el día de ayer tomó estado público el asesinato de César Oviedo,
un joven de 34 años que fue ultimado en la zona oeste de nuestra
ciudad a manos de un "soldadito" ligado al comercio de
droga en barrio Vía Honda.
Conocer
la historia de César, su empecinada batalla contra la desidia y el
desamparo al cual son arrojados los pibes que habitan los barrios más
desprotegidos de esta ciudad, debería servir para tomar nota de los
costos siempre elevados que llevan inscriptos los
pactos de complicidad que anudan al entorno delictivo arraigado en
las barriadas pobres, las fuerzas policiales y sectores del poder
judicial.
César
había comenzado a participar en las actividades del Movimiento hace
cuatro meses, con un ímpetu y compromiso que no pasaban
desapercibidos pese a su obstinado y atento silencio. Se había
enganchado -y lo hacía con enorme responsabilidad- en la
construcción y ampliación de nuestro local en el barrio.
Asistió a todas y cada una de las jornadas de trabajo solidario en
las cuales edificamos los locales que albergan la dignidad y el
compañerismo de los que pese a todo, muy pese a todo, continuamos
convencidos de que existe otra Argentina posible, otra cotidianeidad
barrial que no se emparente con la violencia que le es propia al
narcotráfico y su trama de complicidades institucionales.
César,
cuerpeándole
a un pasado complejo que es el destino casi obligado de la pibada que
habita las periferias, había
optado por organizarse junto a sus vecinos para luchar contra las
injusticias cotidianas que acechan estos suelos.
Paradójicamente, en la Asamblea que tuvo lugar ayer en Barrio Vía
Honda, César
había confirmado que sería parte de la delegación de cientos de
compañeros que viajaremos a Avellaneda para continuar exigiendo
justicia por Darío Santillán y Maximiliano Kosteki,
compañeros asesinados por la policía bonaerense el 26 de Junio de
2002.
Indigna
saber que el desenlace fatal que hoy lamentamos, probablemente
encuente su explicación en una actitud
tan solidaria como corajuda
del compañero César, quien en la mañana de ayer se cruzó con
quien finalmente sería su
verdugo.
Este último, cobijado en la falsa valentía que dá un frasco de
pastillas (y sobre todo preso de la impunidad que se dispensa desde
las esferas institucionales) se
encontraba abriendo fuego indiscriminadamente sin medir
consecuencias. César, al alertarse de esta situación, intentó
persuadirlo sobre la presencia de niños, y el riesgo al que exponía
a todos los vecinos.
El pibe depuso su actitud y los tiros se interrumpieron. César
continuó con sus ocupaciones, que no eran otras que alistar el
caballo del carro con el que se ganaba la vida cirujeando y
prepararse para participar de la asamblea.
Fue precisamente mientras volvía de ésta cuando se
cruzó nuevamente con su verdugo, quien sin mediar palabra le disparó
en el pecho
robándole las ganas y esperanzas de las que se muñía para seguir
peleándole a la vida un pedazo de futuro.
No
se explica sino teniendo en cuenta todo lo anterior, que el hartazgo
legítimo de los vecinos del barrio haya desembocado en el incendio
del quiosquito que custodiaba el asesino, búnker que fue allanado en
reiteradas oportunidades y que, en forma invariante, continuaba
vendiendo droga con las complicidades de siempre.
Aún
llorando los asesinatos del Jere, Mono y Patón, todavía sufriendo
esas ausencias que ensanchan los pasillos y las voluntades de los que
nos sabemos justos y dignos, una vez más la lucha por justicia tiene
nombre y apellido, edad y ubicación geográfica. Las repetidas
muertes de pibes jóvenes en las barriadas populares son el
testimonio más indignante de lo que hace tiempo venimos denunciando
como una problemática estructural. Los
mantos de complicidad entre el entorno delictivo enquistado en los
barrios, la maldita policía y el poder judicial sigue regando con
sangre joven el suelo turbio de los negociados y el narcotráfico.
Exigimos
el apresamiento inmediato del asesino, quien ya está individualizado
y se encuentra prófugo.
Insistimos
en que el Estado Provincial continúa demostrando una flagrante
incapacidad para encarar estos sucesos como expresión de una
problemática estructural que lejos de contenerse, se recrudece.
¡JUSTICIA
POR CÉSAR!
¡NI
UN PIBE MÁS!
Frente
Popular Darío
Santillán
regional
Rosario
Movimiento
26 de Junio (barrios
Moreno, Tablada, Alvear, Vía Honda y Villa Manuelita)
Santiago
Pampillón (Facultades de
Ciencia Política y Relaciones Internacionales, Psicología,
Veterinaria, Bioquímica, Arquitectura)- el
grito
(Facultad de
Humanidades y Artes)
CTD
Aníbal Verón (Rosario:
barrios Magnano, San Martín Sur; Villa Gobernador Gálvez: barrios
Costa Esperanza y La Ribera)
Agrupación de
Trabajadores/as La Fragua
Agrupación
Cultural Digna Rabia
Colectivo
feminista Malasjuntas
Espacio de Derechos
Humanos
Espacio de Bienes
Comunes