Al cumplirse diez meses del Triple Crimen de Moreno, las organizaciones que formamos parte del Frente Popular Darío Santillán, nos movilizamos el jueves 1 de noviembre a las puertas de los Tribunales Provinciales de Rosario.
Jere,
Mono y Patóm eran tres jóvenes militantes del Movimiento 26 de
Junio (FPDS) que fueron asesinados en la madrugada del primer día de
2012, en Villa Moreno, a manos de sicarios, que con el resguardo
de amplios sectores de las fuerzas policiales y del poder político y
judicial, se disputan el negocio del narcotráfico en nuestra ciudad.
Pasadas las diez y media de la mañana, las cercanías a los Tribunales se vio inmersa en un sinfín de estruendos, palmas y cánticos acompañados por bombos y redoblantes.
“Quiero
ver lxs compañerxs, en las calles nuevamente, como todos los
primeros, luchando todxs dignamente”, se escuchaba a coro desde la
columna que marchaba desde calle Moreno, para modificar la
cotidianeidad de Pellegrini, e ingresar la puerta principal del
Palacio de Justicia.
Las
pancartas que adornaban las veredas y el entorno, dejaban ver
entremezclados los rostros de los tres jóvenes asesinados a
principio de año en el predio de la Agrupación Infantil Oroño, con
los de César Oviedo (carrero asesinado por un “soldadito” narco,
el 20 de Junio en Vía Honda, también militante del Movimiento 26 de
Junio), Darío Santillán y Maximiliano Kosteki.
“No
cejaremos en el reclamo de justicia para nuestros compañeros, amigos
y hermanos” informábamos en un comunicado en los días previos a
la movilización, en alusión al avecinarse momentos claves en el
proceso judicial en curso. “Prontamente la Cámara de Apelaciones
debería resolver la confirmación de los cinco procesamientos por la
autoría material del Triple Crimen, además de expedirse sobre la
calificación legal correspondiente”, finalizaba el texto enviado a
los medios de prensa.
Comenzaba
la primera hora de la tarde y los manifestantes recogían sus
banderas para emprender el regreso a los barrios, sabiendo que la
vuelta estaba cerca, en esta lucha cotidiana, incansable, que
emprendimos con el acompañamiento de otras organizaciones desde el
primer día de enero.
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