lunes, 24 de septiembre de 2012

COMPA Niñez ante el proyecto de ley por el voto optativo a los 16 años


Por estos días el debate en torno al proyecto de ley que plantea el derecho a voto optativo para jóvenes entre 16 y 18 años, nos obliga a intervenir desde nuestra experiencia concreta y cotidiana con jóvenes que rondan esta franja etaria. Partiendo de considerar a lxs jóvenes, niñxs como sujetos de derechos en nuestras propias prácticas, nos vemos en la necesidad de poner en debate y cuestionar algunas concepciones sobre la democracia y las formas de participación de dichos sujetos.

Reconocemos en principio que esta ley abriría un camino de ampliación de la ciudadanía y de la participación política. Pero sería ingenuo de nuestra parte creer que la ampliación del acceso al voto implicaría necesariamente un fortalecimiento de la democracia y el cumplimiento de los derechos que ya deberían garantizarse desde la normativa vigente en materia de niñez y adolescencia. Muchas veces hemos expresado que no sólo se trata de sancionar nuevas leyes sino que bastaría sólo con cumplir las que ya tenemos. Entendemos que una verdadera democratización no sólo implica generar nuevos canales de participación por la vía electoral sino también nuevos canales de participación de lxs jóvenes en sus espacios cotidianos, donde se respete su derecho fundamental a ser escuchadxs.


Estamos convencidxs de que la tan mentada ciudadanía está vulnerada cada vez que nuestrxs pibxs no tienen un plato de comida en su mesa, cada vez que asisten a establecimientos educativos cuyos edificios se derrumban, cada vez que la salita sanitaria del barrio no tiene insumos, cada vez que su casa se llueve, cada vez que la policía lxs persigue y hostiga por portación de rostro. Los derechos de lxs pibxs se vulneran cuando se precariza y censura a los trabajadores de la niñez. 

La ciudadanía y la democracia se fortalecen si se deciden fortalecer los sistemas de promoción y protección de los derechos de los niños y niñas, si se decide destinar más presupuesto a salud y educación en vez de comprar patrulleros ante los reclamos de “seguridad”. En este sentido han sido innumerables las luchas que hemos llevado adelante estos últimos años denunciando el vaciamiento de las políticas de niñez y adolescencia a lo largo y a lo ancho del país. Han sido innumerables también los reclamos para que en nuestros barrios los pibes nos sigan siendo objeto de persecución policial, sin ir más lejos basta con mencionar la desaparición forzada de Luciano Arruga por negarse a ser reclutado por la policía bonaerense. 


Por otro lado debemos alertar y repudiar a los oportunistas que en el debate sobre el voto a los 16 años, han tratado de instalar nuevamente la posibilidad de la baja de la edad de imputabilidad, cómo si ambos debates se trataran de lo mismo. En principio porque debemos remarcar que dichas personas cuentan con un desconocimiento total de la normativa vigente en materia penal para nuestros jóvenes, ya que hoy en día quienes tienen entre 16 y 18 años y habiendo cometido un delito, son imputables y a ellos les corresponde un proceso, similar al de los adultos, en el Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil (como es el caso de la Pcia de Bs As). En segundo lugar porque sabemos que el problema de la llamada inseguridad no se soluciona culpando y encerrando a lxs jóvenes, ni mucho menos estigmatizándolxs como peligrosxs. Por último porque sabemos que la verdadera inseguridad es la que viven las clases populares en los barrios como consecuencia de la inestabilidad económica, y especialmente lxs niñxs y jóvenes, víctimas del hostigamiento policial, las grandes redes de delincuencia y narcotráfico.
Por último resta decir que por estos días se ha construido y reforzado desde los medios de comunicación la figura del “joven apático” del “joven desinteresado” que no se encuentra gustoso de tener que ir a votar. Sin embargo nuestra experiencia nos demuestra que lxs jóvenes son quienes con mayor entusiasmo luchan y construyen día a día una nueva sociedad, que pone en discusión esas formas de participación que se les ofrecen como lejanas, poco genuinas, y paradójicamente poco inclusivas.


El debate está abierto, quizá nuestrxs pibxs puedan elegir y si es así, también queremos que sean elegidos. Nosotros seguiremos construyendo con esa juventud, con Darío y Maxi, con Patón Jere y Mono como estandartes de nuestra lucha. 

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