Acto y movilización a 4 años de la desaparición de Jorge Julio López

Aparición con vida, juicio y castigo a los responsables

El lunes 20 de septiembre nos movilizamos al cumplirse un nuevo aniversario de la desaparición de Jorge Julio López. Desde el Frente Popular Darío Santillán junto a Socialismo Libertario marchamos bajo la bandera de la Coordinadora de Organizaciones y Movimientos Populares (COMPA). Acompañados de otras organizaciones populares de la ciudad exigimos al gobierno nacional la inmediata aparición con vida y el castigo a los culpables, una vez más.

El caso López

Jorge Julio López es un albañil de toda la vida que anda por los 81 años. Militante barrial que tiene la triste popularidad de haber sido desaparecido dos veces en su vida. La primera desaparición fue entre octubre del año 1976 hasta junio de 1979 y estuvo a  cargo del represor Miguel Etchecolatz ex policía al servicio del grupo de tareas del ex General Ramón Camps.

Este siniestro ex policía fue uno de los primeros ex represores que fueron a juicio con la derogación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final en el año 2003. El juicio contra el genocida, que tuvo una serie de dilaciones y contratiempos y se extendió durante varios años, se realizó en La Plata y tenía como testigo y querellante a Jorge Julio López. Su testimonio constituyó una pieza fundamental para que Etchecolatz fuera condenado por los delitos de homicidio, privación ilegitima de la libertad, torturas y supresión de la identidad. 

En la mañana del 18 de septiembre de 2006 Jorge camina por su barrio, sabe muy bien que es un día muy importante para el juicio que se lleva adelante contra su secuestrador y torturador, piensa que en la audiencia de hoy se van a desarrollar los alegatos de las querellas y quiere estar presente. Da unas vueltas por el barrio de Los Hornos, saluda a unos vecinos, cerca de la avenida 66 ya nadie más lo vuelve a ver.

Provocaciones en construcción

La movilización en Rosario convocada por la Comisión por las Libertades Democráticas estaba plagada de colorido, cánticos y jóvenes en un preludio de la primavera. Muchos de los que coreaban la indispensable “aparición con vida y castigo a los culpables” tenían entre 15 y 18 años cuatro primaveras atrás, esa mañana en que Jorge salió a dar una vuelta. Muchas y muchos de esos jóvenes intervenían las calles, las puertas, las paredes con stencils y graffitis, cantando con bronca y alegría verdaderas.   

La marcha que partió de La Toma dobló en Entre Ríos y tomó por Santa Fe. Antes de llegar a la esquina con calle España un individuo de remera oscura salió de una obra en construcción numerada entre 1774 y 1758, llevaba estampada en letras blancas mayúsculas la frase “Proceso de Reorganización Nacional”, a su espalda “Agrupación 24 de Marzo”. Tras las imprecaciones que partieron de la marcha este personaje volvió a la obra, donde pisos más arriba otra persona sacaba fotos. La nombrada agrupación habría realizado una serie de amenazas telefónicas a organismos de derechos humanos de Mar del Plata en los días previos al 24 de marzo de 2006.

Democracia con desaparecidos

El caso de López se ha convertido en el símbolo de la continuidad de las estructuras represivas en la democracia. El gobierno nacional nunca ha querido reconocer esta contradicción en su política de derechos humanos. Recordemos que las versiones oficiales intentaron vincular la desaparición con demencia senil, cuando la momentánea “desorientación” se convirtió en real desaparición, Aníbal Fernández recurrió a la mística de Dios y la Virgen María.

Desgraciadamente la continuidad de estos hechos atroces no depende de un solo signo político. En Santa Fe en marzo del presente año vivimos en carne propia sucesos como el de La Plata. Silvia Suppo, querellante y testigo de la causa que condenó al ex juez federal Víctor Brusa, fue apuñalada en una situación que se ha querido teñir como caso de inseguridad aunque nos remite a un pasado que creíamos cerrado. El gobierno de Binner, otro presidenciable de “centroizquierda”, no ha tenido mayores declaraciones con respecto al tema pero sí ha quedado al desnudo la ineficacia del programa de protección de testigos que debe garantizar la provincia.