Treinta mil nos movilizamos por los treinta mil. Por cada compañera y compañero desaparecido por cometer el delito agravado, el pecado mortal de soñar y pelear por una sociedad justa. Porque no queremos más impunidad, gritamos cárcel común, perpetua y efectiva para todos los genocidas.
Sin embargo, creemos que el ejercicio de la memoria no se reduce a las estrechas cuadrículas de los calendarios oficiales. El puente entre ayer y hoy es la lucha en las calles, haciéndonos cargos del proyecto transformador de esos compañeros y compañeras, continuándolo en el presente.
El 24 de marzo es para el pueblo argentino la marcha de marchas, una enorme bandera de dignidad articulada por otras banderas: salario digno, derecho a la tierra, a un trabajo decente, a estudiar, a la salud, al acceso a una vivienda y al derecho al aborto libre, seguro y gratuito. Después de ocho años de crecimiento económico, y más allá de algunas concesiones democráticas que supimos obtener los sectores populares, se mantienen firmes los pilares del nuevo modelo exportador, basado en el saqueo y en la precarización laboral de millones de habitantes de nuestro país.
Luchamos por los compañeros desaparecidos y desaparecidas de la dictadura y la democracia. Por los 30 mil que dieron la vida por una Argentina mejor. Por Julio López, Silvia Suppo y Luciano Arruga. Por Carlos Fuentealba. Por Pocho Lepratti. Por Dario Santillán y Maxi Kosteki. Por Mariano Ferreyra. Por las hermanas y hemanos Qom de Formosa. Por los pibes asesinados en Bariloche. Por las familias humildes que perdieron un padre o hermano en Soldati. Por los que perdieron un amigo en la Cárcova. Por todas las mujeres que mueren por abortos clandestinos. Por las cientas de hijas que día a día son secuestradas por redes de trata. Por tod@s ell@s seguimos marchando el 24, y dando la batalla de todos los días por el fin de la impunidad. Porque nos sobran los motivos para continuar su lucha, la de los caídos y las caídas por luchar y la de los oprimidos y las oprimidas por este sistema de hambre y exclusión. Por eso marchamos el jueves 24 de marzo, por eso seguiremos marchando todos los días que sean necesarios. Porque como dice el poeta, “arderá la memoria hasta que todo sea como lo soñamos”.
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