viernes, 31 de diciembre de 2010

A agrandar la T... (Balance del sector territorial del FPDS Rosario.)


En primer término, al Movimiento 26 de Junio, nos toca balancear un año que de algún modo fue a su vez inaugural. Desde mediados de 2010 nos abocamos a la tarea de construir el Movimiento, un poco a tientas, pero también con una enorme experiencia acumulada en nuestra militancia previa en la CTD. El saldo es por demás positivo: el Movimiento se ha constituido en cuatro barrios de nuestra ciudad, hemos obtenido conquistas reivindicativas bastante importantes, nos mantuvimos en las calles coordinando con distintas organizaciones y perfila una proyección político-territorial para este 2011 pre-electoral que se nos presenta como todo un desafío.
Desde lo sectorial, en este 2010 pudimos avanzar en una reivindicación que apuntala nuestras prácticas permanentemente: el laburo digno, sin patrón, autogestionado por nuestras organizaciones. La pelea constante desde fines de 2009 a esta parte viene siendo la implementación efectiva del Programa “Argentina Trabaja” en Rosario, denunciando los modos clientelares que revistió la implementación de este programa en el Conurbano bonaerense y la provincia de Tucumán; y en términos generales la denuncia versa sobre la concentración de los cuantiosos recursos del país en la Provincia de Buenos Aires, botín electoral codiciado por la política del arribismo.
Al calor de innumerables jornadas de lucha de alcance nacional, gestiones trabajosas y más lucha aún, conseguimos constituir cooperativas en los barrios en el marco de un programa del Ministerio de Trabajo de la Nación. Así las cosas, la apuesta es redoblar los esfuerzos militantes en la formación de base, factor que creemos estratégico para generar un verdadero y genuino protagonismo popular, como así también profundizar el laburo en los espacios ya existentes: Copas de Leche, espacios de formación, murga, espacio de jóvenes, etc.
Un balance del 2010 no puede soslayar, lamentablemente, el desenlace represivo que vivimos sobre fin de año, con el saldo de seis compañerxs asesinadxs por osarse a exigir el cumplimiento de derechos básicos como lo son el trabajo, la tierra y la vivienda. Asistimos en este fin de año a la explicitación más descarnada de las problemáticas estructurales que pretendían ocultarse detrás de encendidos discursos; ya los más racistas y recalcitrantes por parte de Macri, ya los más “progres” y ensalzados por parte del funcionariado y aparato comunicacional K. Sea el discurso que fuere, la cruenta realidad arrojó la represión indiscriminada y la muerte como respuesta unívoca. En este sentido, habrá que estar atentxs a un posible recrudecimiento de la conflictividad social que choca de frente con un contexto pre-electoral. Aventurar escenarios hoy sería, como mínimo, inadecuado.
Desde una óptica más integral, se nos fue un 2010 en el cual se dieron luchas muy interesantes: el conflicto de estudiantes secundarios en Buenos Aires, que más allá de las reivindicaciones sentidas del estudiantado (problemática edilicia, sub-ejecución presupuestaria, etc.) se coló en una discusión de vuelo mayor y a puro empuje y dignidad desdibujaron el mito mediático de una pibada arrojada al paco y la joda, juventud desinteresada que ningún vínculo pretendía forjar con la política. Afloraron también las luchas de los/as trabajadores/as mercerizados/as, negreados/as, con su expresión local -y de desenlace feliz- en la pulseada de los/as ludotecarios/as, que lograron salirse del punterilismo encubierto que signa el Presupuesto Participativo y que el Municipio reconozca a las Ludotecas como un programa social de la cartera de Niñez e infancia.
Las luchas de los trabajadores de Paraná Metal, Sancor, aún de final abierto. Las tomas de tierras en estado de abandono que desnudan el déficit estructural en materia habitacional y la nula voluntad política de los gobiernos para hacerle frente a la especulación inmobiliaria y el negociado. Las incansables luchas de los y las Trabajadores/as Desocupados/as por Cooperativas de trabajo autogestionadas, proyectos productivos que vayan generando aquí y ahora un patrón de relacionamiento laboral alternativo.


Se nos viene un año electoral y eso en los barrios tiene sus condimentos particulares. Suelen ser contextos en los cuales los gobiernos bregan por descomprimir la mayor cantidad de conflictos posibles, sacarnos de las calles, y en ese sentido hay mayores probabilidades de conquistas reivindicativas. Por otro lado, en los territorios reverdecen las prácticas punteriles, con recursos más vastos y ofertas de todo tipo. Todo eso confluye con las prácticas genuinas que venimos desarrollando en los territorios, donde a las obvias necesidades de los y las compañeros/as, el año próximo se le sumarán las ofertas más variadas de los punteros más variados. Frente a esto, nosotros y nosotras redoblamos la apuesta por el laburo de base, la formación, el compromiso activo y protagónico de los y las cumpas con su Movimiento, la identidad y la referencia con compañeros como Darío que dieron su vida en la lucha porque creían que ese era el único medio por el cual podemos resolver los problemas estructurales de Argentina, y a riesgo de ser obvios, debemos decir que existen prácticas punteriles porque existe pobreza y necesidades desoídas.
La perspectiva principal desde el Sector para este 2011 es contribuir a la organización de una herramienta gremial que nuclea en principio a un grupo de organizaciones que constituimos un espacio unitario para dar la batalla en Buenos Aires por el Programa Argentina Trabaja, que es el Frente de Lucha por Cooperativas Sin Punteros. Luego de un proceso de confianza y acercamiento con estas organizaciones, se decidió impulsar de conjunto la Asociación Gremial de Trabajadorxs Cooperativxs, Autogestivxs y Precarizadxs, una novedosa asociación gremial que además de nuclear a lxs trabajadorxs del “Argentina Trabaja”, intenta contemplar a las distintas formas de laburo que se vienen dando en los territorios: cooperativas, proyectos productivos, laburantes precarizadxs en general, etc. Venimos de un proceso de discusión en Plenarios con representación de regionales de todo el país, con elección de delegadxs de base, construyendo el necesario protagonismo de lxs cumpas y dándole forma a una herramienta novedosa que pretendemos democrática y clasista, sin interferencias del Estado ni de ninguna burocracia, sino que se erija desde abajo y por abajo. Un desafío enorme pero que vale la pena. Empezar a pensarnos como lo que somos: laburantes con derechos que deberemos batallar consecuentemente, apostando, como decía un cumpa pensando en nuestros MTD´s (Movimiento de Trabajadorxs Desocupadxs), a agrandar la T de las banderas sin perder la dinámica sectorial que supimos construir cuando la D era la estación ineludible.

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